
La primera vez que la comí fué en un restaurante asiático en La Albufereta, me sorprendió por su presentación, pero cuando la probé terminó de convencerme.
Esta receta la reservo para cuando hay invitados en casa o cuando tenemos algún evento familiar.
Os voy a simplificar al máximo la elaboración, ya que es algo entretenida..pero eso sí, os aseguro que quedaréis como grandes cocineros.
Ingredientes:
-1 piña natural
-dos pechugas de pollo o dos muslos deshuesados...o podéis combinar ambos
-1/2 pimiento rojo
-1 cebolla
-1 zanahoria
-1 puñadito de almendras crudas
-salsa de soja
-vinagre de arroz o de vino blanco
-1 vasito pequeño de tomate frito
-sal
-azúcar
-aceite de oliva suave
La receta debería llevar una cucharada de maizena o de harina, para espesar...pero yo no lo utilizo, prefiero espesar a fuego lento y así ahorramos calorías. También se puede sustituir el azúcar por edulcorante el polvo, para diabéticos o personas a régimen de adelgazamiento.
Vamos a preparar la piña, que va a ser nuestro recipiente para servir:

La cortamos por la mitad a lo largo, y con la ayuda de un cuchillo y una cuchara grande, la vaciamos.
Cortamos a cuadraditos toda su carne y la reservamos.

Ponemos en una sartén antiadherente o wok un chorrito de aceite y cuando esté caliente salteamos el pollo a trocitos ligeramente sazonado, a fuego fuertecito.
Separamos en un platito y en la misma sartén vamos a saltear también a fuego fuerte el pimiento a cuadraditos, la cebolla en trocitos y la zanahoria laminada.
La zanahoria cortadla en oblicuo, los chinos lo hacen así para que de más sabor y queda muy decorativa.
No freir las verduras demasiado, sólo marcarlas a fuego fuerte, para que queden duritas por dentro.
Reservamos las verduras junto a la carne y volvemos a nuestra sartén.
Vamos a añadir una pizca más de aceite y bajaremos a fuego lento...incorporamos el puñadito de almendras y las freímos muy poquito a poco, que no se nos hagan demasiado oscuras porque amargarían nuestra receta.
Las sacamos junto a todo lo demás y en la sartén mágica prepararemos nuestra salsa agridulce.
Es muy sencillo, mezclamos en un bol el tomate, medio vasito de vinagre de arroz o de vino blanco,3 cucharaditas de azúcar y un buen chorro de salsa de soja.
Con fuego medio y muy poquito aceite, sólo unas gotas, salteamos sólo un poquito los trozos de piña, agregamos nuestra salsa y damos unas vueltecitas...
Incorporamos todo lo demás y cocinamos a fuego muy suave unos minutitos, hasta que todo esté bien mezclado y espese un pelín.

Ya está el trabajo hecho!!!!
Ahora procedemos a servirlo:
Colocamos en una bandeja la piña abierta y rellenamos con todos los ingredientes.
No es difícil, es entretenido!!! Pero queda realmente delicioso!!!!